X
Aviso de cookies

Usamos cookies para personalizar tu experiencia y los anuncios que ves en éste website y en otros. Para obtener más información o cambiar los ajustes, haz click aquí. Siempre puedes cambiar la preferencia visitando la sección de Configuración de cookies al final de la página.

Maradó… la vitamina para la tribuna de Argentina en todos los deportes. Por Raúl Carta

Diego Maradona no solamente representó a la Selección Argentina de fútbol como jugador: fue el hincha fanático que alentó a todo equipo o deportista que se calzara la celeste y blanca, sea en las series de Copa Davis, arengando a Las Leonas y a la Generación Dorada de básquet en los Juegos Olímpicos de Beijing o rugiendo con Los Pumas en el Mundial de Inglaterra 2015. Seguidor de cuanto boxeador representara a la Argentina, hasta se atrevió a una exhibición pugilística con el tres veces campeón mundial, Santos “Falucho” Laciar.

Aunque en todo partido de tenis se valora el silencio al momento de jugar, la Copa Davis genera un clima excepcional, con cantos tribuneros, bombos y todo el cotillón característico del fútbol. Y si en esas tribunas calientes además estaba Diego Armando Maradona, era un detonante que hacía estallar el aliento de la barra y un combustible extra para impulsar al tenista que en el tablero de resultados cambiaba su nombre propio por el de Argentina.

Tribunero y copero como Diego, David Nalbandian tuvo una comunión excepcional, el “Rey David” desde la cancha y “El 10” desde las tribunas en cualquier lugar del mundo donde jugara “la Selección Argentina de Tenis”.

Como periodista me correspondió cubrir finales de Copa Davis como las de Rusia en 2006 y Sevilla en 2011. Como árbitro de tenis, participé en las series jugadas en el país desde 1995 e integré el equipo de jueces de línea en la final disputada en 2008 en Mar del Plata, cuando el equipo de España arrebató un festejo que la hinchada argentina saboreaba por anticipado. Aunque compartía la tribuna con todos los hinchas, la presencia de Diego era indisimulable y se convertía en el líder de la barra.

Siguió todas las series posibles y en 2016 vio campeón al equipo argentino que derrotó a Croacia en la final disputada en Zagreb.  En un momento crítico, cuando Juan Martín del Potro estaba casi a punto de perder su partido frente a Marin Cilic, un adolescente se acercó a Diego para pedirle una foto. En ese momento, “Delpo” levantó su juego y comenzó a remontar el resultado. La cábala de Maradona fue inmediata: le “ordenó” a su desconocido admirador que se quedara a su lado. El resultado es conocido. “Delpo” dio vuelta el resultado, igualó la serie y más tarde Federico Delbonis ganó el quinto punto para que el tenis argentino levantara por primera vez la codiciada y esquiva Ensaladera de Plata.

Por mi actividad profesional, me tocó verlo vinculado al tenis pero todos los equipos argentinos tuvieron su apoyo incondicional. Las Leonas escucharon su arenga en el vestuario antes de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2006. Otro bronce en esos mismos Juegos Olímpicos, el de la Generación Dorada del básquet argentino, también llegó luego del apoyo de “El 10” y su declarada admiración por Emanuel Ginóbili.

Durante toda su vida, Maradona se encargó de que no quedaran dudas que jugó siempre a favor de Argentina: dentro, fuera de la cancha y en todas las disciplinas.

Ir a la nota original