El Trébol: la policía allanó y demolió una vivienda utilizada por delincuentes

La Municipalidad de El Trébol, junto a fuerzas de seguridad, desmantelaron una vivienda que tanto vecinos como autoridades consideraban peligrosa.

La vivienda derrumbada se encontraba en la calle La Manzana 93 y tenía en vilo a un barrio entero. El ejecutivo municipal indicó que tras años de conflictos de todo tipo en ese lugar con los vecinos aterrados y muchas denuncias por hechos de violencia, tenencia de armas de fuego y disturbios de todo tipo, decidieron poner un punto final.

La edificación era precaria y carecía de todos los servicios básicos, dentro de ella convivían decenas de familias en la peor de las condiciones higiénicas.

El Trébol: un vecindario aterrado

Debido a hechos de inseguridad, violencia y tiroteos, la manzana 93 es identificada como un epicentro peligroso a pesar de que allí viven muchas familias trabajadoras. Muchos vecinos temían hacer denuncias o llamadas por miedo a represalias, por lo que el Municipio finalmente decidió actuar.

“No miramos al costado y no desestimamos cuestiones que le hacen mal a la ciudad. Decidimos enfrentar esta situación de muchos años y de tanto insistir ante todos los organismos, trabajamos en equipo con el Ministerio de Justicia, el senador Esteban Motta y las fuerzas policiales” manifestó al respecto la intendenta Natalia Sánchez.

Resaltó además que los vecinos se encontraban inmersos en tiroteos y que los niños no podían salir a la calle.

El allanamiento fue amparado por la Justicia y el gobierno de Santa Fe. El gobierno provincial quiere una provincia segura, hubo apoyo de la infantería, comisaría y Unidad regional XVIII. Todas las acciones fueron avaladas por el Ministerio de Justicia. Tanto el allanamiento como la destrucción del lugar que tenía riesgos estructurales muy visibles, indicó Sanchez.

Finalmente la intendenta relató que se tomaron el tiempo de hablar durante meses con cada una de las familias que vivía en ese domicilio para poder conseguirles un lugar digno para vivir hasta que el día del allanamiento sólo quedaban dos familias de las 20 que había al comienzo. La gente que vivía ahí estaba en riesgo, como el barrio y la comunidad.

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