Masacre de Navidad: Se cumplen 13 años de la historia del Papá Noel asesino
Bruce Pardo ingresó a la casa de sus exsuegros disfrazado y asesinó a su exmujer y a ocho miembros de su familia política; luego, se quitó la vida.
El 24 de diciembre de 2008, la llegada de “Papá Noel” tenía bastante inquieta a Katrina Yuzefpolsky. Ella, una niña de tan solo ocho años, estaba reunida con más de 20 personas de su familia en la casa de sus abuelos en Corvina, Los Ángeles, Estados Unidos.
Empujada por la emoción, fue a abrirle la puerta a ese sujeto robusto que ingresaría con un afable ‘Ho, Ho, Ho’ para llenar su casa de regalos.
Pero, mientras la puerta se abría, las gigantescas cajas con moños brillantes que imaginaba se transformaron en una pistola que le apuntaba a la cabeza.
Afortunadamente, el disparo no la dejó sin vida. Pero sus abuelos, cuatro tías, dos tíos y un primo no corrieron con la misma suerte. El “Papá Noel” cometió una masacre en Navidad.
Bruce Pardo llegó disfrazado de Papá Noel, con dos pistolas y un lanzallamas, a la casa de sus exsuegros. Entre balas y un voraz incendio, su exesposa y ocho de sus familiares fallecieron. Tres quedaron heridos. Horas después, el asesino se fue a la casa de su hermano y allí se quitó la vida.
Algunos llegaron a decir que pensaba huir a Canadá. Otros especularon que esperaba encontrar a su madre en el epicentro de la tragedia por “apoyar” a su exmujer.
Hoy Katrina tiene 21 años y se transformó en una férrea activista contra la violencia armada. En 2018, diez años después del asesinato de nueve familiares, la joven dio un discurso luego de un grave tiroteo en una escuela estadounidense.
Allí contó que su familia continúa celebrando Nochebuena y Navidad, a pesar de que cada año se cumpla un nuevo aniversario de la tragedia que generó su tío disfrazado de Papá Noel.
Tras varias relaciones fallidas y un accidente de por medio que dejó a su único hijo con ceberos problemas neurológicos, Bruce Pardo comenzó una relación con Sylvia Orza, de 40 años y con tres hijos. En 2006 decidieron casarse y a los dos años se separaron. El divorcio vino con escándalo incluido, y un juez de Estados Unidos le ordenó a Pardo, de 45 años, que pagara una cuota de 2000 dólares.
Poco tiempo después fue despedido de su trabajo, lo que le generó una deuda de 10 mil dólares con Orza a 10 días de Navidad. Pardo tomó la decisión de arruinar nueve vidas en plena Nochebuena.