Rescataron a una yegua embarazada y con signos de maltrato: perdió su cría
SOS Caballos impulsó un operativo para restituir a su hábitat a Lavanda, que era víctima de la tracción a sangre. "Estaba sudada, baja de peso y apática", describieron. Debió abortar y perdió a su cría por las condiciones en las que se encontraba.
En coordinación con la policía, la organización SOS Caballos logró que se rescate a una yegua que se encontraba siendo víctima de la tracción a sangre. La misma se encontraba en condiciones inhumanas y pese a que se recupera a partir de la atención que se le ha brindado, no ocurrió lo propio con la cría que abortó producto al estado en el que se hallaba.
En cuanto al estado de la yegua, Lucía Nechay, voluntaria de SOS Caballos, señaló que se encuentra bien físicamente pero que "para todas las yeguas, el hecho de perder su cría es importante, fuerte, la afecta emocionalmente".
Con respecto al rescate, contó: "nosotros íbamos circulando por Teniente Loza y la vimos traccionando el carro. Vimos el bajo peso, dificultad al andar y vimos la panza abultada. Iniciamos el rescate, nos comunicamos con el 911, el móvil llegó a los minutos". En este sentido, destacó el accionar policial: "por suerte, a medida que fue transcurrieron los años, fue mejorando. Se fueron agilizando los procedimientos: ya saben cómo intervenir en estos casos".
En este sentido, Alejandra Belda, veterinaria de SOS Caballos, detalló cómo se encontraba al momento del rescate. "Estaba baja de peso, sudada, apática. Ahora está descansando. Pero llegó totalmente apagada. Deshidratada. Con el calor, pierden sus minerales. Cuando el sábado la saco del box, la noté rara. Para la tarde se produjo el aborto. Estamos haciendo el análisis para saber el dolor que le produjo el aborto: quedó mal, está bastante recuperada. Estamos buscando qué más tiene. Emocionalmente, devastada".
"Posiblemente sea un animal que no estaba siendo bien alimentado. Es un animal totalmente divorciado del medio: hasta que no se hidrató no se pudo recuperar. Vino el aborto y volvió a caer. Tiene atrofias, deformaciones y es un mayor sobreesfuerzo. Traccionaba de una forma no adecuada. No debería traccionar en el asfalto y menos con estas deformaciones", añadió Belda.
En cuanto al futuro de la yegua, explicó que "pese a que pesan de 300 a 500 kilos, a estos animales es fácil destruirlos. Generalmente, el caballo no tolera tanto dolor". Finalmente, Nechay agregó que "la recuperación lleva mucho tiempo. La gran mayoría pueden vivir totalmente jubilados, no se los utiliza más, y en total libertad. Es lo que buscamos para ello".